ROMPER LAS CADENAS DEL ODIO

ROMPER LAS CADENAS DEL ODIO

 

El miércoles 21 pasado, el Ejército y el Gobierno rindieron homenaje al Coronel Larrabure y a otros militares caídos en ataques guerrilleros, reconociéndolos como héroes, por haber ofrendado su vida por la patria. Esta reivindicación, si bien tardía, resulta un gran avance hacia la necesaria concordia nacional.

Las sentidas palabras del Jefe de Estado Mayor del Ejército Tte. Gral. Pascualini, recogidas en la elocuente nota de Mariano de Vedia, publicada en La Nación al día siguiente, tanto como los términos de la carta del Obispo Castrense, Mons. Guillermo Olivera, publicada en esta columna el domingo pasado,  resultan unimportante aporte en orden a romper las cadenas del odio, que atenazan a los argentinos.

Este reconocimiento tendría que ser una política de Estado, afirmó el Obispo, y como corolario, agregamos nosotros, debieran concluir los juicios de la venganza que mediante la demolición de los principios más básicos del derecho, llevaron a la cárcel a más de dos mil presos políticos, que son tales por cuanto su encierro obedece a una voluntad política e ideológica, que los ha condenado a muerte, sin que les quepa ninguno de los derechos y garantías constitucionales que rigen para cualquier habitante de la Nación. Ya han muerto 530 en cautiverio, últimamente a razón de 2 por semana.

 Carlos Bosch- Secretario

y Alberto Solanet- Presidente, de la Asociación de Abogados por la Justicia y la Concordia

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