LA COMISIÓN INTERAMERICANA Y LA “AGRESIÓN POLICIAL”

LA COMISIÓN INTERAMERICANA Y LA “AGRESIÓN POLICIAL”

Editorial

 

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos, cuya perniciosa subsistencia en este mundo ha dependido y depende en gran medida de los aportes monetarios argentinos, es decir de los impuestos que padecemos todos, ha expresado recientemente su “preocupación” por la cantidad de civiles y periodistas heridos que por excesos de la represión policial dejaron los episodios callejeros ante el Congreso con motivo de la aprobación del tratamiento de la ley previsional.

Por lo pronto, alude sólo a civiles y periodistas. Ni palabra de los múltiples policías heridos, las verdaderas víctimas. Es que para la Comisión, los policías no tienen derechos humanos. No son humanos; son represores.

Pero lo más escandaloso, por lejos, es la increíble tergiversación de la autoría de los desmanes y de los heridos. Los heridos, civiles y periodistas, fueron consecuencia pura y exclusivamente de los excesos de la represión policial.

Al mejor estilo marxista, la única realidad para esta gente es la que se atiene a su ideología. Por ende es absolutamente necesario que los policías hayan sido los responsables, los perseguidores de gente desarmada y pacífica. De manera que repetirán hasta el cansancio y por cualquier medio que así fueron las cosas, hasta que a fuerza de repetición nos olvidemos de cómo fueron en realidad. Así quedará plasmado en los futuros libros escolares de historia, tal como quedó plasmada la historia de los pacíficos “jóvenes idealistas” de los setenta y de la represión criminal de las fuerzas militares y policiales. Así piensan obtener que los policías agredidos a pedradas sean mañana juzgados como represores.

Aunque el mundo entero haya podido ver con lujo de detalles el ataque perfectamente organizado de las fuerzas destructivas y comprobado cómo las fuerzas policiales cumplieron a rajatabla la orden superior de no responder durante horas a quienes los atacaban, soportando estoicamente el asesino aluvión de pedradas de los facinerosos, para la Comisión Interamericana sólo han existido policías agresores de pacíficos “civiles” y de periodistas, siendo por lo tanto aquellos los únicos responsables de lo que pasó.

Esto debería servir para que los argentinos nos demos cuenta de una buena vez que estamos manteniendo a nuestro país sometido a los dictados de un grupo de subversivos recalcitrantes que apoya cuanto conduzca a la destrucción de nuestra nación. Que es hora de que el Gobierno reaccione y ponga fin a esta absurda dependencia.

¿Pero lo hará realmente el presidente Macri? Sin duda es consciente de esta realidad, ¿pero será capaz de tomar, de una vez por todas, la autoridad para cuyo ejercicio la sociedad lo ha elegido y en consecuencia terminar con esta absurda sujeción a ideólogos del exterior?

Es una pregunta que, por ahora, queda sin respuesta.

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