Todo vuelve en este desdichado país. Desde los “curas en opción por los pobres” hasta los sediciosos “reprimidos” por las FFSS. Todo vuelve por eso debemos abrevar en el pasado, para saber qué nos depara el destino.
Hoy, 22 de diciembre recordamos que en la misma fecha pero de 1974 el ERP asesinó al prof. Carlos A. Sacheri frente a toda su familia a la salida de Misa.
Esta es la carta que enviaron a la Revista Cabildo los asesinos de los profesores Genta y Sacheri. Carta reveladora pues debió haber sido escrita por un ex- cura (¿ex?) o ex-seminarista (¿ex) por sus profundos conocimientos sobre teología y solemnidades católicas.
Es de destacar que los más aberrantes actos terroristas de los 70s se realizaban cuando las víctimas salían de Misa o cuando se acercaba la Navidad. Las actuales inquietudes de diciembre, plagadas de violencia y sedición, son sólo consecuencias de no haber dado un cierre definitivo a aquellas atrocidades, pretendiendo que desaparezcan por sí solas.
La siguiente carta es dirigida al director de la revista Cabildo, en ese momento, Ricardo Curutchet, manifestando de manera burlona y sacrílega y, a la vez, curiosamente “docta” en materia religiosa, los asesinatos de Genta y Sacheri. Un amigo nos decía “debió ser un cura el que escribió”. ¿Lo habrá escrito algún cura? ¿Un cura de esos que hoy se reivindica? ¿Un cura de esos que enviaron a matar y a morir a cientos de jóvenes y por cuyas acciones nuestros obispos jamás pidieron perdón?
Amenaza dirigida al Director de “Cabildo” en marzo de 1975
Sr. Director de la revista Cabildo D Ricardo Curutchet ¡Presente! Carísimo hermano en Cristo Rey: Nos dirigimos a usted con la confianza que nos dan los dos contactos mantenidos con la comunidad nacionalista católica y la revista Cabildo, su más digno exponente, en las personas de los queridísimos, aunque extintos profesores Jordán B. Genta y Carlos A. Sacheri. Nos guía la certeza de que seremos atendidos por Vd. con la caridad cristiana que ilumina cual antorcha sagrada, su cosmovisión escolástica, virtud ésta enseñada por Cristo y de la que fueron devotos fervorosos Santo Tomás y San Agustín. No pretenderemos referirnos a las circunstancias del fallecimiento de los profesores nombrados, sólo haremos mención de algunos detalles que los rodean. Enterados de la ferviente devoción que los extintos profesaban a Cristo Rey, de quien se decían infatigables soldados, nuestra comunidad ha esperado las festividades de Cristo Rey según el antiguo y nuevo “ordo missae” y ha permitido que los nombrados comulgaran del dulce Cuerpo de su Salvador para que pudieran reunirse con Él en la gloria, puesto que en este Valle de Lágrimas eran depositarios de la Santa Eucaristía. Como información fidedigna le comunicamos, un tanto apenados, que el difunto Sacheri no comulgó ese aciago domingo en el que concurrió por última vez a la prolongación del sacrificio de la Cruz. Nuestro enviado le dio una oportunidad, pero, oh… desatino, él no supo aprovecharla y lamentamos que esté pagando sus culpas veniales en el purgatorio (no queremos pensar que haya caído en el Fuego Eterno). Como sabemos que Ustedes y sus allegados también profesan con tan sagrada unción una devoción sublime al reinado de Cristo en la Tierra, nos vemos en la obligación de solicitar las fechas que guarden alguna relación con esa festividad sagrada, puesto que según el “ordo missae” no figura en el año litúrgico otra festividad similar en lo inmediato. Para su comodidad nos permitimos sugerirle el Domingo de Ramos, en el que Cristo, montado humildemente en un jamelgo, es coronado victoriosamente Rey de los Cielos y de la Tierra. Para tranquilidad suya le aseguramos que nos comunicaremos con Usted o… con alguno de sus “soldados de Cristo Rey”, quizás de manera un tanto repentina y no exenta de violencia, cuando se hallen en estado de Gracia y hayan participado del Cuerpo y de la Sangre de Nuestro Divino Redentor. Por este sagrado motivo le sugerimos que no haga diagramar la próxima tapa de su digna revista, pues le ahorraremos el trabajo de buscar el tema, tal cual lo hemos hecho en los dos números anteriores y hasta le adelantamos el original. Esperamos que tenga oportunidad de decirnos si es de su agrado; si así no fuera queda a su criterio diagramarla, pero recuerde, el tema lo pondremos nosotros. Esperamos no haber abusado de su valioso tiempo y nos atrevemos a pedirle que interceda ante Dios, con el diálogo de los justos, por la salvación de nuestras almas. Nos despedimos ofreciendo a Dios Padre, por Cristo, con Cristo y en Cristo todo el honor y toda la gloria de nuestras acciones, por los siglos de los siglos. Amén. Fdo. Ejército de Liberación 22 de Agosto».
Fte: Blog “Peregrino de lo Absoluto”