MANIFIESTO DEL 2 DE JULIO

El sábado pasado, 2 de julio, tuvo lugar una marcha en recuerdo de las víctimas de la bomba que el terrorismo montonero hizo estallar en el Comedor de Superintendencia Federal, ese mismo día, hace 46 años.  Partió desde la estación de subterráneo que lleva el nombre del terrorista Rodolfo  Walsh, uno de los ideólogos del atentado y llegó al lugar del hecho, donde se entonó el Himno Nacional, hablaron deudos y un sobreviviente y se dio lectura al manifiesto adjunto. Nuestra Asociación tuvo activa participación en la organización del evento conmemorativo, que fue un verdadero éxito, lo que nos da nuevas fuerza para continuar en nuestra lucha por la Justicia y contra la impunidad .

 Carlos Bosch, Secretario

Alberto Solanet, Presidente

MANIFIESTO DEL 2 DE JULIO
Queridos amigos, compatriotas y personas de buena fe que esta mañana
nos han acompañado en esta marcha para testimoniar la impunidad y la
burla de las instituciones para con las víctimas del terrorismo.

Hemos dejado de manifiesto como la clase dirigente argentina sigue
pisoteando la memoria y la dignidad de las víctimas al homenajear al
ideólogo de la masacre que dejó a los 23 muertos que hoy recordamos
con nuestras pancartas. Decimos que estamos hartos y que ya no vamos a
quedarnos callados ante esta afrenta repugnante.

No hay ninguna razón de bien público, ninguna consideración ajustada a
los intereses del país que justifique la imposición de la mentira desde el
Estado, la impúdica falsificación de la historia, la repugnante
transformación de asesinos y terroristas en héroes y el cruel e inhumano
silenciamiento de sus víctimas inocentes.

¡No hay ninguna justificación!

Y sin embargo esto es lo que se ha hecho, nada menos que por un Estado
que transformó la noble causa de los derechos en mera ideología, al
servicio de la construcción de un poder perverso, cimentado en la siembra
de discordia, la colonización de la justicia y la confiscación de la república.

Lo actuado resulta, además, repugnante a la tradición jurídica y cultural, a
la Constitución y a los tratados internacionales, y acredita un perverso
criterio discriminatorio. Estamos viviendo lo que le sucede a una nación
cuando tolera y consiente que sus leyes y sus jueces se sometan al poder
de turno: instituciones ausentes, criminalidad sin freno, inseguridad
generalizada, leyes aberrantes, ruina económica, discordia y odio
crecientes.

Los jóvenes vemos, a veces con impotencia, y siempre con indignación,
cómo se incita a la enemistad entre los ciudadanos, hijos de la misma
Patria, cómo se tejen intrigas y se alientan prácticas mafiosas que
mancillan el honor y silencian el clamor de verdad y de justicia.

Cada 2 de Julio haremos el mismo recorrido, denunciando la impunidad a
todo aquel que nos quiera escuchar, en todos los espacios que estén
dispuestos a oír nuestro reclamo. Cada 2 de julio rendiremos homenaje y
tributo a las víctimas inocentes de un atentado monstruoso e impune.

Y pedimos a quienes están a cargo de los tres poderes de la república que
escuchen las siguientes demandas:

1. Que se elimine el nombre de Rodolfo Walsh de la estación de
subtes línea E, ya que fue el ideólogo de la masacre, el que decidió
poner una bomba vietnamita en un comedor.

2. Se remuevan del monumento erigido en el Parque de la Memoria a
los autores de este atentado.

3. Se instalen placas que recuerden a las víctimas de esta masacre.

Decimos que un Estado que homenajea terroristas es un Estado terrorista;
¡decimos basta!

Esperamos que nos escuchen y estaremos aquí hasta que lo hagan,
demandando justicia, verdad y el fin de la impunidad.

¡VIVA LA PATRIA!

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