In memoriam Coronel VGM Don Horacio Guglielmone

In memoriam Coronel VGM Don Horacio Guglielmone

Si hubo alguien que demostró sin verborragias ni vanas exteriorizaciones al uso haber hecho la “opción preferencial por los más necesitados”, ese fue Horacio.
Dedicó vida y afanes a sus camaradas presos por servir a la Patria. A ellos y a sus familias. Confortaba también a los familiares de los muertos por la Patria. A todos acompañó, por años, hasta su muerte.
Daba consejos a todos los grupos que a veces en el afán de ayudar abundaban en exaltación o disidencias. 
Increíble la paciencia que tenía particularmente con las mujeres que, sabemos, no solemos coordinar muy bien entre nosotras. Llegaba él con su excelente humor y desfacía entuertos entre las “chiquilinas”: así nos llamaba a todas, incluso a mí que estaba lejos de serlo.
Como subteniente inició su vida militar con la toma del cuartel de Azul por parte de un grupo guerrillero del ERP, en 1974, en la que fueron asesinados el Jefe de la Guarnición, Coronel Gay y su esposa. Su Jefe inmediato, el Teniente Coronel de Artillería Jorge Ibarzábal, se entregó a los guerrilleros con la promesa de que éstos, a cambio de la entrega, respetarían la vida de la esposa de Gay, cosa que no cumplieron. Esa entrega le costó a Ibarzábal diez meses de espantoso cautiverio y posterior asesinato. 
Veterano de Malvinas, tras su retiro, Guglielmone dedicó su vida a visitar cárceles a lo largo y ancho del país, confortando a los camaradas y luchando incansablemente por su libertad y por la justicia. Fue miembro más que activo de la Unión de Promociones.
Quizás sus íntimos y camaradas podrán describirlo mejor que yo. 
A su esposa y a sus hijos les aseguro que fue un honor y una gracia conocerlo y que admiré siempre su conducta y su carácter.
No conozco para su tumba un epitafio más justo que las palabras de Nuestro Señor: venid benditos de mi Padre… porque estuve preso y me visitasteis.
 
María Lilia Genta

 

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