Discurso de la Delegación de la República de Venezuela

Ciudadano doctor Alberto Emilio Solanet, Presidente de la Asociación de Abogados por la Justicia y la Concordia y demás integrantes de esta Asociación; Distinguidos Delegados de países amigos y personalidades nacionales e internacionales invitadas a este importante encuentro:

La Delegación de Venezuela les da el más sentido agradecimiento por haber hecho posible nuestra participación en tan importante evento.

Un caluroso saludo desde Venezuela de parte de los dignos venezolanos, principalmente los jóvenes estudiantes que cada día luchan para evitar el establecimiento del Socialismo del Siglo XXI, o sea el castro comunismo impulsado por el Foro de Sao Paulo, el enemigo número uno de la libertad en nuestros países. Especial saludo de nuestro gran luchador Ingeniero Alejandro Peña Esclusa, Presidente de UNOAMÉRICA, quien me dijo que estaría aquí de corazón.

Venezuela había salido de los gobiernos militares en 1958, y durante la guerra fría el comunismo internacional y la URSS durante la década de los años sesenta, organizaron la primera conspiración en Latinoamérica para establecer el comunismo como gobierno mediante la lucha armada. Cuba se convirtió en el principal centro de operaciones, de entrenamiento y de apoyo logístico. Y por eso se desarrolló una simultánea guerra de guerrillas en la mayoría de los países de la región: Bolivia, Perú, Chile, Argentina, Uruguay, El Salvador, Nicaragua, Venezuela y otros más. Esta guerra de guerrillas fue derrotada por nuestras Fuerzas Armadas. No obstante, con la caída del Muro de Berlín y la desaparición de la URSS, Fidel Castro reúne a muchos líderes comunistas en Sao Paulo, Brasil, para tratar de implantar el comunismo, ahora llamado Socialismo del Siglo XXI en la región. Sin embargo, pudimos superar estas intenciones por algunos años; a partir de entonces habíamos recorrido un largo camino en democracia y con clara visión de obtener importantes logros hacia el desarrollo y la superación de la pobreza, camino éste desviado por las omisiones de los gobernantes de turno y sus partidos políticos asociados. Por cierto, esta desviación fue la causante de la penetración del comunismo y por lo tanto el arribo al gobierno de un personaje gris, pero con un bolsillo lleno de dinero y una dirección política desde el extranjero que estuvo llevando a cabo un proyecto de destrucción de los valores y principios de la democracia, valiéndose de las fallas de esa misma democracia.

Factor importante lo ha constituido el Foro de Sao Paulo, que en poco tiempo logró expandirse, siempre gracias a los donativos bondadosos del régimen chavista instaurado en Venezuela desde 1999. Créanme, estimados Foristas, que el Foro de Sao Paulo es una real amenaza continental y para ello, ante la mediocridad y la falta de visión de patria, los creadores de este malévolo grupo eligieron a Venezuela como su caja chica. Por eso hemos sido los primeros en tratar de ser sometidos, aunque casi dieciséis años no les han sido suficientes para hacernos comunistas y, por ello, la lucha continúa. Sin embargo, el FSP sí ha podido, hasta ahora, expandirse, gracias a las sumas generosas de petrodólares del pueblo venezolano. El propio gobernante venezolano desde que asumió el poder se encargó de ofrecer apoyo político abierto y descarado, y así comenzaron los candidatos en los diferentes países de la región miembros  del FSP, a ganar elecciones y en muchos casos a mejorar su posicionamiento. Este apoyo lo extendió hasta a sus aliados, sean ellos candidatos a las alcaldías o a las presidencias, como el famoso caso de la maleta llena de dinero de los venezolanos en apoyo a la presidencia de Argentina, incautados en Buenos Aires. Rápidamente se hizo política de estado en Venezuela y por supuesto, no tardaron las respuestas de los diferentes gobiernos democráticos para denunciar la intervención venezolana en sus asuntos internos. Especial rechazo y consternación causaron las declaraciones del presidente venezolano al declararse neutral frente a los guerrilleros colombianos, a quienes incluso ofreció asilo en Venezuela, toda vez que las FARC y el ELN no sólo cometen crímenes en Colombia, sino que secuestran, extorsionan y asesinan constantemente a civiles inocentes en nuestro territorio. Esta gravedad no tiene justificación y menos para que el Presidente colombiano actual diga a nuestros países que el Presidente venezolano era su nuevo mejor amigo.

Mientras todo esto ocurría el régimen comenzó con el asesoramiento del castro-comunismo a tratar de destruir primero a las Fuerzas Armadas, acabando con el liderazgo y la meritocracia militar. Para ello ascendieron a los Oficiales que estaban en el último tercio de las promociones, aumentaron el número de los Generales de Brigada y Generales de División y sus equivalentes en la Armada y, además, crearon dos nuevas jerarquías de Generales; y, sin selección de aptitudes, llevaron a todas las promociones de Suboficiales Profesionales de carrera a Oficiales Técnicos con comando. Todo esto para dislocar y crear confusión en los principios de disciplina, subordinación y obediencia que por la Carta Magna y la Ley Orgánica de las Fuerzas Armadas rige al estamento militar venezolano. Estos cambios se llevaron a cabo en violación expresa de la Constitución Nacional aprobada por referendo en el año 1999.

Otro tanto tocó a los diferentes poderes públicos del Estado. En todos se eliminó la autonomía y pasaron a ser oficinas del Ejecutivo, como ocurrió, lo que es muy grave, con el Tribunal Supremo de Justicia y el Consejo Nacional Electoral.

La justicia se ordena desde el Ejecutivo, sirve para perseguir la disidencia y poner preso al opositor. En Venezuela, en estos largos años de secuestro de la democracia, ningún recurso ante los Tribunales ha sido decidido a favor de los solicitantes, sino todos a favor del gobierno. En el caso de la Oficina Electoral del Ejecutivo, en más de una decena de comicios electorales, con la excepción de dos elecciones, todas las ha ganado el Partido del gobierno. Se dio el caso en 2010 de que habiendo ganado la oposición con el 52% de los votos, sólo obtuvieron una minoría de diputados de los 165 en total.

En  Venezuela, a pesar de existir una minoría de oficialistas, el régimen trata a los opositores como apátridas, oligarcas y cualquier apelativo humillante que le viene en ganas, desde el Presidente del régimen, hasta sus adláteres de cualquier nivel. Por ello es que sólo la oposición habla de Concordia o Reconciliación; el régimen habla de Paz con represión generalizada y por ello han muerto en sólo cuatro meses más de cuatro decenas de jóvenes estudiantes que protestaban reclamando seguridad, libertad y democracia.

El régimen castro-comunista en Venezuela ve a la oposición como verdadera enemiga. Ese trato no lo reciben los corruptos y mucho menos los delincuentes asesinos, que han llenado a nuestra Patria de muertes injustas. En la Guerra de Israel-Hamas en la Franja de Gaza, en 15 días de guerra habían muerto unas seiscientas personas; en mi Patria en esos mismos quince días, murieron seiscientas cincuenta en manos del hampa. En los últimos quince años de este régimen han muerto más de doscientos mil venezolanos por la acción del hampa; y de cada cien asesinatos quedan impunes más de ochenta, siendo liberados los asesinos por cualquier causa.

Para lograr la reconciliación en Venezuela, debe acabarse definitivamente la situación actual implantada por la revolución bolivariana, donde se pretende obligar, contra la voluntad de la gran mayoría del pueblo de Venezuela, que aceptemos el socialismo del siglo XXI. Pues para conseguir la imposición de éste, se están utilizando la represión indiscriminada, la violación de todos los derechos, el poder de las armas y de la FAN contra la disidencia, el fraude electoral continuado como herramienta para mantenerse en el poder, el terror judicial para amedrentar a la sociedad civil. La tortura, las desapariciones forzadas, los asesinatos ejecutados por los escuadrones de la muerte y los grupos de exterminio conformados por los cuerpos de seguridad del Estado, hacen parte esencial para la consolidación del régimen con base en el terror. El uso y abuso indiscriminado de las riquezas de la nación para proselitismo político, la corrupción sin medida, el estímulo a la criminalidad dentro y fuera del Estado, son usados para destruir la moral pública, comprar conciencias y aplastar oposiciones. La desaparición de la autonomía en los poderes públicos, la utilización de la FAN como partido político represor y la utilización del poder del estado para aplastar al individuo, tienen que acabar si se quiere comenzar un proceso de concordia o reconciliación.

Estimados foristas, esto está pasando en Venezuela y si no se da un parado al FSP, podría suceder en cualquier otro país de la región, como ya está sucediendo.

En fecha reciente unos expertos investigadores de nuestra industria petrolera, dieron a conocer cifras desconcertantes y alarmantes ante la situación que está viviendo la República: en cien años de explotación del petróleo, los ingresos de divisas en concepto de ventas, desde 1918 hasta 1957, fueron 19.1 millardos de dólares; desde 1958 hasta 1998, fueron de 345.3 millardos de dólares; y desde 1999 hasta 2013, estos ingresos han sido de 806.0 millardos de dólares,  constituyendo el 69% del total recibido en los cien años.

Lo alarmante es que a pesar de estas sumas en Venezuela hay más pobreza, escasez de alimentos y medicinas, lo que puede catalogarse como un crimen. La más alta inflación del continente y el mundo está sucediendo en ‘Venezuela. Pero además se da una grave corrupción con impunidad, que ha permitido un ataque criminal al bienestar del pueblo venezolano, porque después de someter al país a la desgracia de acabar con muchas industrias y a expropiaciones de empresas para destruirlas, en la creencia de que se debería igualar a todos en la pobreza, se encontraron que esa corrupción está haciendo la diferencia y que ahora no tienen el dinero necesario para seguir, por lo que se aprestan a aplicar un paquete de medidas que necesariamente nos hará más pobres a todos.

Estamos en un proceso de intento de destrucción del país, entrampados, ya que el régimen se niega a hacer los cambios que nos ordena nuestra Constitución, de ser libres y en democracia. Estamos ahora en la antesala de la aplicación de medidas, las cuales podrían ser necesarias sí se tratase del cambio en democracia; no obstante, el régimen las piensa sólo para poder seguir derrochando, robando y a favor de un proyecto del FSP, que requiere los recursos que se necesitan para implantar el comunismo en América Latina.

Leímos con mucha atención las motivaciones del  presente Foro, razones que compartimos en la América Latina y que en la actualidad estamos en serio peligro de perder, sí no expulsamos de nuestros países la acción canalla del FSP. A ellos no les importa la suerte de las poblaciones; demostrado está en Venezuela, que con tantos recursos disponibles siguen los ricos siendo más ricos y los pobres más en cantidades (8o%) y más pobres en posibilidades. En Venezuela nuestros ciudadanos se mueren por la mengua y falta de recursos.

Cerca de la llegada del nuevo milenio nos hacíamos las preguntas que nos recuerda por cierto la convocatoria de este importante Foro. Recordábamos lo dicho por Raymond Aron en su obra “Pensar la guerra”: “Hombres o pueblos que al principio se combaten sin odiarse, terminan por odiarse a fuerza de combatirse”. Pero además, estimados amigos, lo que en Venezuela se hablaba y se escribía a pocos años del fin del siglo XX, era que “El  mundo parece, paradójicamente, fluctuar entre la integración y la desintegración. Se aglutinan los Estados formando bloques, mientras otros se quiebran en varios pedazos. Pero lo que se muestra como paradójico, posiblemente no sea así; los lazos que van uniendo a los Estados para formar bloques son de índole, en gran parte, económicos y tecnológicos, pero lo están siendo también, de valores culturales e idiomáticos, de origen étnico y de valores ideológico-religiosos; a veces se yuxtaponen algunos de ellos, y en esa yuxtaposición, quiere hacer su presentación el bloque de los desposeídos (que podría llegar a percibir, que esa misma condición puede ser su propia fuerza).”

Los Estados que se desintegran lo hacen, justamente, en razón de distintos orígenes étnicos, distintos valores culturales, idiomáticos e ideológico-religiosos. Cada pedazo busca unirse con quien se siente identificado. Así pues, no hay tal paradoja… lo que sí quedará establecido, es una multipolaridad.

Ante este panorama, el que América Latina siguiera fraccionada, sin formar un bloque, sería una invitación al suicidio de sus nacionalidades, dejando vía franca para la penetración de cualquier poder, cercano o lejano, que podrá usar la punta de lanza, en forma progresiva, de sus valores económicos, tecnológicos, culturales e ideológicos, hasta llegar, casi insensiblemente, al dominio político, puesto que, como enseña el  dicho: “el comer abre el apetito”. Esto es lo que pretende el comunismo fracasado en Europa y sus aliados del FSP en nuestra región.

A mediano plazo, el absurdo actual de América Latina tiene que terminar, máxime cuando todos los causales para su integración la favorecen: una misma etnia, producto de un verdadero crisol de razas; pródiga riqueza de materias primas; feracidad de suelos y variedad de climas, que hacen germinar gran variedad y cantidad de productos; por tanto, economías complementarías; magnificas  vías acuáticas internas, con plena factibilidad  de unión a través de toda la región; similitud en los valores culturales; la mejor comunicación, la lingüística, con un mismo idioma predominante; la misma ideología y religión, y hasta la circunstancia favorable de ser todos, menos dos, países ribereños.

Esta es una importante tarea para este nuevo siglo, pero sólo será posible sí expulsamos de nuestra América Latina al Foro de Sao Paulo.

Muchas gracias.

 

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