El 19 de diciembre de 2008 Cristina Fernández de Kirchner dijo este discurso en la ESMA debido a la liberación de 17 marinos. Habían sido liberados por la Cámara de Casación por exceso en la prisión preventiva sin condena.
Luego de este intimidatorio discurso (la parte medular comienza en el minuto 3,10) los jueces corrieron a encarcelarlos nuevamente. Desde entonces nunca recuperaron la libertad.